jueves, 21 de junio de 2012

Cómo dar un discurso en la Iglesia

DEL MANUAL 2: ADMINISTRACIÓN DE LA IGLESIA:
  • Todos los discursos deben estar en armonía con la naturaleza sagrada de la Santa Cena.
  • Los discursantes deben enseñar las doctrinas del Evangelio, relatar experiencias que fomenten la fe, dar testimonio de las verdades divinamente reveladas y usar las Escrituras (véase D. y C. 42:12; 52:9).
  • Los discursantes deben enseñar con un espíritu de amor después de una ferviente preparación.
  • No deben hablar de temas que sean especulativos, controvertidos o que no estén en armonía con la doctrina de la Iglesia.
  • A fin de mantener un ambiente de adoración reverente en las reuniones sacramentales, cuando los discursantes usen las Escrituras como parte de sus discursos no deben pedir a la congregación que abran sus propios libros en las referencias de las Escrituras.
  • Los miembros que participen en la reunión sacramental deben quedarse hasta que finalice la reunión.



DIEZ CONSEJOS PARA DAR EXCELENTES DISCURSOS:

     1. Prepárese
La preparación más importante viene del Espíritu, y la oración en particular debe tener una alta prioridad. Pida ayuda con su discurso en sus oraciones diarias.

     2. Lluvia de ideas
Revise todas las ideas que hayan surgido durante los días que haya tenido el tema en su cabeza. Anote títulos o descripciones de historias, fragmentos de citas o pasajes de las Escrituras que recuerde, experiencias personales, ejemplos, preguntas clave, artículos, poemas, o himnos.

     3. Deje incubar las ideas
Si usted tiene varias semanas para prepararse, reflexione sobre el tema durante unos días. Mientras conduzca, salga a correr o camine, considere cómo el tema puede ser relevante para los miembros de la Iglesia. Haga memoria en busca de ideas y regístrelas, aunque sea brevemente, cuando vengan a la mente.

     4. Investigue
Reúna material para el tema de su discurso mediante el uso de índices, la Guía para el Estudio de la Escrituras y las revistas de la Iglesia. También puede buscar en los índices de las guías de estudio del sacerdocio y de la Sociedad de Socorro, así como en otros libros de su estantería.

     5. Amplíe la investigación
Pregunte a familiares y amigos si tienen buenas ideas para compartir.

     6. Filtre y ordene
Concéntrese en refinar. Es posible que tenga mucho más material del que pueda utilizar en un discurso, pero probablemente ya haya empezado a filtrar mentalmente las ideas que más le atraen.
Ponga en una lista los encabezamientos generales que resuman los diversos grupos de ideas. En esta etapa, no se preocupe por tener que tachar o mover ideas.
Ahora, reorganice estos encabezamientos en una secuencia lógica. Decida qué material no tendrá tiempo de incluir. Dé prioridad a fin de no dedicar el 90 por ciento de su tiempo asignado a abordar la materia, dejando sólo unos pocos minutos para hablar sobre el corazón del tema.

     7. Prepare un esquema
Haga una lista con un encabezamiento seguido por puntos o ideas debajo de él. Organice el discurso para que sea capaz de decir algunas cosas con sus propias palabras y mirar a la audiencia con frecuencia.

     8. Planee un principio y un final creativo
Decida cómo crear el máximo interés de la congregación desde el principio: a partir de una historia, una cita interesante o una pregunta que despierte curiosidad.
Ahora mire el final. Planee un resumen de su mensaje, tal vez vinculando de nuevo a lo que utilizó como apertura.

     9. La etapa final
Mida el tiempo en una sesión de práctica. Podría sentirse inspirado con nuevas ideas o movido a usar citas o ideas que anteriormente había descartado.
Ya está familiarizado con su discurso. En consecuencia, usted será capaz de mantener el contacto visual con la congregación mientras habla, ya sea que esté leyendo una cita o simplemente echando un vistazo a sus notas de vez en cuando. Será capaz de hablar con naturalidad y con expresión en su voz.

     10. La práctica hace la perfección
Cuantas más veces prepare los discursos de esta manera, más fácil será. Es probable que usted personalice el método que aquí se sugiere. No espere a ser invitado a hablar. Sólo tiene que escoger unos pocos temas y preparar algunos discursos grandes que puede condensar en pequeñas tarjetas y guardar en la parte posterior de las escrituras para emergencias. ¡Hará un trabajo maravilloso!


Fuente: “Random Sampler”, “Ten Tips for Terrific Talks”, John F. Cary (Norwich, Norfolk, England), Ensign, diciembre 1993.


Dádivas:

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