viernes, 14 de diciembre de 2012

Homosexualidad

  Pocos temas tienen tanta carga emocional o requieren de más sensibilidad que la atracción homosexual. Esta materia tan compleja toca las cosas que más nos importan: nuestra humanidad básica, nuestras relaciones con la familia, nuestra identidad y potencial como hijos de Dios, cómo nos tratamos unos a otros, y lo que significa ser discípulos de Cristo.
  El continuo debate público sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo ha dado pie a numerosas preguntas en relación con la postura oficial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la homosexualidad.

  La Guía para el Estudio de las Escrituras define la homosexualidad como "relación sexual entre personas del mismo sexo" y enseña que "Dios prohíbe este tipo de actividad sexual".
  La experiencia de la atracción homosexual es una realidad compleja para muchas personas. La Iglesia enseña que la atracción en sí no es pecado; lo es caer en ella. A pesar de que los individuos no eligen tener tales atracciones, sí eligen cómo responder a ellas.
  Con amor y comprensión, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiende la mano a todos los hijos de Dios incluyendo, por supuesto, a gays y lesbianas.


¿Cuál es la posición de la Iglesia en cuanto a la homosexualidad?
  La Iglesia se opone a la conducta homosexual, pero tendemos una mano de entendimiento y respeto a las personas que sienten atracción hacia personas de su mismo sexo.
  Si conoces a alguien que se sienta atraído hacia personas de su mismo sexo, aplica los mismos principios que pones en práctica con tus otras amistades.
  La Iglesia enseña que la sexualidad humana tiene un propósito en el plan del Padre Celestial. A fin de que seamos felices y cumplamos con ese propósito, se nos manda vivir la ley de castidad. La conducta homosexual es contraria a ese propósito e infringe los mandamientos de Dios.
  No obstante, si alguien siente atracción hacia personas de su mismo sexo y no actúa de acuerdo con esos sentimientos, él o ella no habrá pecado. La norma moral de la Iglesia es la misma para todos, sin importar hacia qué sexo uno se sienta atraído. Ni el Señor ni Su Iglesia pueden aprobar ningún comportamiento que quebrante Sus leyes. Una vez más: condenamos la conducta inmoral, no a la persona.
(Fuente: "Al grano", Liahona, enero de 2012)

  "Cómo ayudar a los que se debaten con la atracción hacia las personas de su mismo sexo", por el élder Jeffrey R. Holland (Liahona, octubre de 2007).
  Atracción hacia personas del mismo sexo: Contiene una entrevista con el élder Dallin H. Oaks, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, y el élder Lance B. Wickman, miembro de los Setenta, realizada en el año 2006.
  La Iglesia responde a la petición de HRC (Campaña a favor de los Derechos Humanos)
  Dios ama a sus hijos: Dirigido a los Santos de los Últimos Días que tienen problemas con la atracción hacia personas de su mismo sexo, es también útil para los líderes del sacerdocio así como para los miembros de la familia.

Más, en inglés:

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